A veces los gestos son más tercos que una palabra, uno puede cerrar la boca, pero enmudecer el cuerpo es casi imposible, salvo pequeñas excepciones.
Salvo que te paralicen el cuerpo con un gesto tan implacable que te dejen durísimo. Tan durocomo yo ahora, que te besaría y solo así podría decirte lo que siento por vos. Y a veces los gestos son tan claros que nos dejan mudos, casi con la boca abierta.